Los intercambiadores de calor termosoldados para vapor son una variación de los tradicionales intercambiadores de calor de placas. Esta modificación del intercambiador convencional con juntas responde a la necesidad de un intercambiador de placas compacto, idóneo para servicios a altas presiones y temperaturas.
Como los intercambiadores de calor de placas con juntas, los termosoldados están construidos con una serie de placas de metal corrugadas, pero sin juntas, ni pernos, ni bastidor, etc.
Los intercambiadores de calor termosoldados para vapor consisten simplemente en una serie de placas de acero inoxidable y dos placas finales. Todas las placas están soldadas en un horno al vacío para formar un intercambiador extremadamente compacto y resistente a presión/temperatura con características de transferencia de calor superiores.
El material de soldadura generalmente utilizado es el cobre. Este se sustituye por níquel en los casos en los que el líquido utilizado contiene amoniaco, ya que este podría disolver el cobre, o, en aplicaciones en las que la presencia de iones de cobre es indeseable.
A diferencia de los intercambiadores de calor de placas con juntas, los termosoldados no se pueden desmontar. La alta turbulencia que se produce en la pequeña superficie hace que se retarde el ensuciamiento. Si es necesaria la limpieza del aparato, se puede invertir el flujo en la unidad, o realizar una limpieza química, evitando el depósito de residuos y el atasco.
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Intercambiadores de calor termosoldados para vapor como calentadores
El diseño robusto los hace apropiados para aplicaciones a presiones y temperaturas más altas, pero eso también crea una desventaja. Como hay más puntos de contacto entre las placas, es más propenso a la fatiga térmica. Esto significa el tener una especial atención en las aplicaciones en las que sea usado y en el método de control que se aplica.
Generalmente, es recomendable evitar los servicios en los que los intercambiadores de calor termosoldados para vapor son expuestos a cambios grandes, repentinos y frecuentes en la temperatura y carga. Un ejemplo de tales servicios es el calentamiento instantáneo de agua de grifo con vapor.
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Una aplicación idónea para intercambiadores de calor termosoldados para vapor es el acondicionamiento de interiores, utilizando un método de control apropiado y siempre que el dimensionado de válvulas de control se lleve a cabo correctamente.
De hecho, el método más utilizado es el control del vapor primario con válvulas de dos vías y sistema activo de purgado, porque este sistema minimiza el riesgo del ciclo térmico, siempre y cuando el intercambiador y los elementos de control se acoplen correctamente.
Cualquier tipo de control on/off podría casi inevitablemente conducir al estrés térmico y no deben ser aplicados. Los intercambiadores de calor termosoldados para vapor son una alternativa de precio muy competitivo ante otros tipos de intercambiadores y el mayor campo de utilización de este tipo de intercambiadores es en el acondicionamiento de interiores y aplicaciones industriales simples.
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